María Ortiz, una Superheroína que brilla y hace brillar
Nuestra Superheroína, María Ortiz, está acostumbrada a estar rodeada de hombres desde que nació. En su casa, era la niña pequeña con dos hermanos mayores. Ahora, en nuestra planta de Sevilla trabaja mayoritariamente con hombres. Es decir, que está mucho más tiempo en su vida con hombres que con mujeres. Pero para nada es una mujer apocada o con poca personalidad para dar sus opiniones y mostrar su parecer, sean hombres o mujeres a los que tenga delante. Lo hace siempre con el mayor respeto y las ganas de aportar y mejorar. Que sean hombres o mujeres lo que tiene delante es lo menos importante.
“La vida en sí, tanto a nivel personal como laboral, siempre está llena de obstáculos”, nos cuenta María. Y nos dice que hay que enfrentarlos siempre y tener alrededor a personas que te ayudan a superarlos. Si tuviera que destacar algo de ella es precisamente lo orgullosa que se siente por tener en su vida a personas que, en lo bueno y en lo malo, la empujan a superarse como persona. Familia, marido, amigos, compañeros de trabajo, que siempre están ahí y son los que nunca fallan. Sin duda, el carácter amable, colaborador y la buena predisposición de María en cualquier cosa a la que se enfrenta hace que lo que reciba de los demás sea precisamente lo que ella siembra: empuje, ayuda y un talante maravilloso.
“La persona que diga que por sí sola ha conseguido las cosas, es porque no aprecia lo que tiene a su alrededor”. Y esa es la mayor virtud de María: estar siempre con los suyos y quererlos más que a ella misma.
En pocas semanas, María Ortiz vivirá, después de perseguirlo mucho y gracias a su constancia y tesón, una de las experiencias más intensas, maravillosas y arrolladoras que puede vivir una persona, tener un hijo. Solamente confía en poder transmitirle a su niña el valor más bonito: “que siempre quiera a los que la rodeen más que a ella misma y que nunca les falle”.
Seguro que lo consigue porque las buenas personas, aunque puedan tener momentos más difíciles o más tristes, siempre consiguen brillan. María brilla y hace siempre brillar a los demás. Sean hombres o mujeres.
