Con un profundo dolor, comunicamos el fallecimiento de Miguel Burdeos Baño a los 74 años de edad como consecuencia de los efectos devastadores de la DANA que ha asolado la provincia de Valencia.
Miguel Burdeos fue fundador, director general y actualmente ocupaba la presidencia de la compañía SPB. También fundador y actual presidente de Cleanity e impulsor de otras iniciativas empresariales.
Además, don Miguel ha sido una figura prominente en la industria química y de productos de limpieza, ocupando la presidencia de varias entidades clave en el sector: Presidente de la Asociación de Industrias Químicas de la Comunidad Valenciana (QUIMACOVA), y de la Asociación de Empresas de Detergentes y de Productos de Limpieza, Mantenimiento y Afines (ADELMA). Su rol en estas instituciones fue fundamental para consolidar el crecimiento y desarrollo de la industria en nuestra región y en todo el país, siempre impulsando prácticas responsables, innovadoras y sostenibles. Formaba parte de FEIQUE, del pleno de la Cámara de Valencia y de la CEOE entre otras entidades, y vicepresidía la Confederación Empresarial Valenciana.
Su estilo de gestión y su ética intachable han dejado un legado imborrable. Su cercanía, generosidad y compromiso con su equipo humano fueron siempre un ejemplo, motivándonos a construir un ambiente de trabajo caracterizado por el respeto, la cooperación y la innovación constante. La huella de Miguel Burdeos en cada uno de estos ámbitos es, sin duda, un patrimonio que continuaremos honrando y preservando.
Compromiso, innovación, eficiencia y búsqueda de la excelencia
Estos valores, los de las empresas que con tanta pasión fundó, son los valores que lo identificaban como personas y como empresario. Nacido en Valencia, en el año 1950, demostró un auténtico carácter emprendedor desde el principio.
Poco a poco fue convirtiendo Suavizantes y Plastificantes Bituminosos, la actual SPB, en la gran empresa que es hoy en día. Lo mismo ocurrió con Cleanity, empresa que fundó unos años más tarde. Crisis económicas, incendios y otros problemas graves no lo frenaron y continuó trabajando para conseguir empresas potentes, con una gran calidad y comprometidas con sus personas y la sociedad.
Su esposa y sus tres hijos, además de la gran familia de SPB y Cleanity se quedan huérfanas de un hombre bueno, honesto, generoso, trabajador, emprendedor, inteligente y luchador que ha dejado una huella imborrable. Desde las compañías que con tanto esfuerzo y dedicación levantó, seguiremos impulsando su legado como mejor homenaje a su vida y su trayectoria.