La atención es un músculo de la mente que ejercitamos y fortalecemos con la meditación
Anabel Talens – Directora de Salud y Personas de SPB
Leyendo una entrevista a Daniel Goleman sobre su nuevo libro “Los beneficios de la meditación” repaso mis inicios en esta práctica y quería compartir mi corto camino en ella y, a mi juicio, mis grandes avances en consciencia.
Sabemos que estamos programados para sobrevivir y que el estrés nos avisa que estamos en peligro. No obstante, si no escuchamos señales, nuestro sistema de regulación va siendo menos óptimo y aparece el agotamiento, la irritabilidad…y necesitamos tiempo de descanso más largo para recuperar.
Sabemos que las emociones: el miedo, la alegría, la vergüenza, la tristeza, la ansiedad, el enojo, la soledad, la sorpresa… no son generadas por los acontecimientos en bruto, son generadas por las interpretaciones que cada uno hacemos de esos acontecimientos y desde ahí son buenas consejeras, confidentes, amigas, porque nos hablan de nosotros, de cómo están “nuestros asuntos”, pero nos es más fácil escaparnos de ellas que reconocerlas y gestionarlas.
Escuché que con Mindfulness podemos regular nuestro sistema central y que con una práctica de 8 o 10 minutos diarios regeneramos a pesar de estar en un contexto de más activación. Escuché que así evitábamos la neuroinflamación y la afección del estrés a la expresión de nuestros genes y enfermedades.
Fue suficiente para que, desde mi curiosidad, desde mi necesidad de mejora personal y desde mi posición en la empresa buscara más información, y en mayo de 2017 asistiera al Congreso de Mindfulness en las Organizaciones y empresas del S. XIX en Zaragoza.
Escuché al Dtor Javier García Campayo, a Janice Maturano, a Patricio Barriga, vi resultados de casos prácticos de la mano de Javier Pladevall, Fernando Tobías, Rasmus Hougaard, Bruno Salari, Jani Bristoow,…
Volví más consciente de que estamos en un momento muy difícil, donde la exigencia por la excelencia nos hace ser cada vez más críticos con nosotros mismos y con lo que nos rodea y por otro lado la tecnología elevando la cantidad de focos atencionales. Cada vez nos cuesta más escuchar, prestar atención a una sola cosa y sentir un bienestar sostenido.
Fui consciente de que la atención es un músculo de la mente que ejercitamos y fortalecemos con meditación. Desde ahí podemos crear y cambiar hábitos emocionales, mentales y tendencias de nuestra personalidad que nos perjudican.
Descubrir el poder de las Cuatro Nobles Verdades: Que en la vida hay dolor, pero no tiene porque haber sufrimiento, que el apego y la aversión son causas de sufrimiento, que tenemos la capacidad de disolverlo y que hay un camino de práctica para hacerlo.
Con mi nueva consciencia, me vengo arriba y contacto con mi motivación, que es la gasolina de nuestro cerebro, y reflexiono sobre qué puedo hacer yo desde mi posición para cubrir la necesidad que tenemos y queremos en las organizaciones de: estar presentes, de saber focalizar, de sentir estabilidad, serenidad, capacidad de observación para tomar mejores decisiones, …
Manos a la obra y contando con el apoyo de la Dirección General de SPB, formamos a todos los trabajadores en un plan continuo y dedicamos 10 minutos todos los días, a las 10 de la mañana en uno de nuestros centros, para hacer ejercicios de estiramiento y una práctica de meditación grupal. No nos quedamos ahí, desde Personas que Brillan: Organizaciones Saludables y Solidarias, proyecto que lideramos desde SPB y en el que somos ya 42 organizaciones, difundimos y formamos con colaboradores los beneficios y práctica del mindfulness y con esto generamos un impacto personal, organizacional y social realmente saludable.
Yo hoy os hablo de mí y personalmente os digo que estoy emocionada con mis avances en consciencia de quién soy, cómo soy y qué quiero, saber explorar a través de mi cuerpo, de mi respiración, de mis sensaciones, emociones, pensamientos y espiritualidad, me facilita amaestrar al mono loco que llevamos dentro. Cambiar de actitud empieza por ser consciente de cómo pensamos y de cómo somos y el mindfulness es una gran practica para ello.
Estoy feliz de haber estado en el presente cuando escuche sobre Mindfulness, la primera vez en 2014, ya que numerosos son los estudios que demuestran que la meditación fortalece el sistema inmune, las conexiones nerviosas relacionadas con la concentración y los sentimientos de felicidad y compasión y desde SPB hemos conseguido que más organizaciones y personas la practiquen también en sus hogares, con sus familias y la comenten y recomiendan a amigos y conocidos.
Actualmente soy estudiante del Master de Mindfulness en la Universidad de Medicina de Zaragoza y nunca pensé que habría tanto que aprender sobre ello, porque nunca me pare a pensar en el gran desconocido que somos para nosotros mismos y en lo mucho que nos queda por aprender para saber manejar nuestro mundo interior.
He aprendido que tenemos tres tipos de conflictos: con la realidad, con los demás y con nosotros mismos, que tenemos cinco tipos de consciencias: que la aceptación es inteligente, que las personas no somos objetos, que la verdad es solo relativa, que pocas cosas son realmente importantes y que no somos inmortales. Parecen básicos, pero yo lo estoy aprendiendo ahora desde la consciencia.
Ahora ya he experimentado que practicando mindfulness estamos en plenitud sin esfuerzo y desde ahí la creatividad se incrementa en un 3%, la productividad en un 31% y el incremento en ventas se cifra en un 37% (Lyubomirsky et Denier 2005). Sin duda para las organizaciones son razones de peso para introducir el mindfulness en sus formaciones, para practicarlo en equipo 5 minutos a diario, para hacer paradas intencionadas y así usarlo como práctica en un momento determinado de una reunión, antes de tomar una decisión importante, cuando detectamos presión o cansancio, ….
Necesitamos ser más compasivos con nosotros mismos y con los demás porque tenemos en común que todos buscamos la felicidad y evitar el sufrimiento y el midfulness tan sencillo que no se puede hacer mal, solo depende de nosotros.